martes, 13 de octubre de 2009

¿Cómo cuidar a nuestros pacientes?

Mientras los medios de comunicación hablan de “mafia de medicamentos”, el temor y la preocupación crece en la población. ¿Qué tenemos que tener en claro los farmacéuticos respecto a nuestra labor y cómo podemos manejarnos para también llevarle tranquilidad a los pacientes?
La problemática de los medicamentos adulterados que ha salido a la luz en las últimas semanas despertó preocupación en la sociedad. Los trabajadores de farmacias nos rodeamos a diario de esa palabra que por estas horas está en boca de todos: medicamentos. Varias instituciones, como colegios, cámaras y asociaciones, emitieron comunicados para limpiar la imagen de nuestra profesión, pero ¿realmente está en juego la imagen de nuestra profesión?. ¿Dentro de este conflicto cabe que sea juzgado el rol que los farmacéuticos cumplimos?
Quienes trabajamos en farmacias creemos definitivamente que no. El paciente, cliente o vecino que se acerca a nosotros también tiene conocimiento de ello. Porque está claro que no se puede vincular a quien se ocupa de atenderlo, suministrarle los remedios que necesita y que le fueron recetados, o brindarle consejos, asesoramiento y sugerencias, con los negocios espurios que manejan otros.

¿Cuáles son nuestras responsabilidades como farmacéuticos?
Como farmacéuticos cuando ejercemos nuestra profesión realizamos una conducta y nuestra práctica debe ajustarse a los cánones de la responsabilidad como profesional, aquella misma en la que incurre todo individuo.
Si adquirimos medicamentos en droguerías o laboratorios por cuenta propia o a través de las distribuidoras debidamente habilitadas, es necesario requerir la correspondiente habilitación sanitaria. Si se compra especialidades medicinales a droguerías ubicadas en una jurisdicción diferente a la de nuestra farmacia o droguería, pedir la constancia de inscripción ante ANMAT y verificar en la base de datos de establecimientos que realizan tránsito interprovincial, ingresando a la página web www.anmat.gov.ar .
Nuestros deberes y obligaciones tienen origen en fuentes éticas, jurídicas y científicas.
La ética nos indica en conciencia, como profesionales, qué es lo que se ajusta al bien o al mal, siempre vinculado a la salud, la dignidad y libertad del paciente.
La ética es el otro nombre que en las profesiones de la salud se da al concepto de responsabilidad.
Los farmacéuticos estamos habilitados para expender medicamentos (preparados por sí o elaborados industrialmente) y custodiar adecuadamente las drogas que tienen en existencia,
Por tanto, si ajustamos nuestro obrar profesional a la ética, a la instancia jurídica y a la ciencia farmacéutica, estaremos exentos de responsabilidad profesional por mala praxis.

¿Cómo podemos cuidar a nuestro paciente?
Ante la duda de que un remedio sea adulterado, los farmacéuticos debemos verificar -y orientar al consumidor para que también lo haga- que en el envase figuren datos del laboratorio elaborador, nombre del producto, de lote, fecha de fabricación y de vencimiento, entre otras precauciones, como el certificado autorizante emitido por la autoridad sanitaria.
El objetivo es advertir la presencia de remedios ilegítimos en el mercado.
Además, es importante sugerirle al paciente que acceda a los medicamentos sólo en farmacias habilitadas, no en la vía pública o por internet y tampoco que adquiera productos cuyos dispositivos de seguridad -lacres, precintos de seguridad- hayan sido violados.
Como siempre, en caso de necesitar orientación adicional, podés acercarte a la Secretaría de Profesionales Farmacéuticos

LUNES A JUEVES DE 18:15 A 20:30
4943-7169 secrefarmadef@yahoo.com.ar

ASOCIACIÓN EMPLEADOS DE FARMACIA